martes, 1 de marzo de 2011

El loco de mi barrio

En mi barrio hay un hombre que se para justo en el medio de la vereda. Justo en el medio sobre Rivadavia, entre Azcuénaga y Uriburu. A veces está en la vereda de enfrente, en la del Casino, pero la verdad es que no importa en qué vereda está sino cuál es su actitud: El hombre se para, completa y absolutamente inmóvil, con los ojos abiertos mirando al infinito. Tieso, aunque sabemos que no está muerto.
Cientos de personas por día le pasan por al lado, lo esquivan, lo ignoran. A mi me dan ganas de pararme frente a él alguna vez y hacerle compañía, ser su espejo. ¿Cómo reaccionaría? Es que lo veo ahí, parado, inmóvil, y lo siento revolucionario. Mientras todos en el barrio corremos hacia no se dónde, él decide pararse, contemplar el horizonte. Corporizar lo que nosotros no podemos.
El loco de mi barrio me recuerda lo rápido que vamos, a veces sin ningún sentido.
El loco de mi barrio me recuerda que estamos todos locos. 
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2 comentarios:

xirda dijo...

Es que los locos somos nosotros que no sabemos disfrutar del sol que hay todos los dias en el cielo.

Besotes linda, buen dia.

Nayla Marchese dijo...

Exacto! ;)

besos!