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Tarde: la luz de la sala es anaranjada, Rea llenó el espacio de aromáticos jazmines y flores silvestres rosadas, en el centro una tela blanca cuadrada.
Rea lleva un vestido de seda color rosa-viejo, debajo tiene el vestido rojo que usará a la noche. Tiene el pelo semi-recogido con unas hebillas de flores. Entra Eros. Es un hombre flaco, vestido con una túnica blanca, masculino pero afeminado. Sonríe de forma pícara y sus ojos se iluminan. Se observan y se van acercando el uno al otro lentamente, se acarician con suavidad hasta concluir en un abrazo que se prolonga por varios segundos.
EROS: Te traje algo (se toca el cuello buscando un colgante, se saca un collar de plata que tiene una amatista como dije, se lo coloca lentamente a Rea) las amatistas conectan tus pensamientos con el ritmo del Universo… (Rea sonríe, se besan lento, vuelven a abrazarse, Eros mira a su alrededor) Esta casa cada día se parece más al Paraíso ¡que hermosa que es tu Tierra!.
(Ambos sonríen, Rea canta)
REA:
Algodón que se va, que se va, que se va,
plata blanda, mojada de luna y sudor
un ranchito borracho de sueño y amor
quiero yo.
plata blanda, mojada de luna y sudor
un ranchito borracho de sueño y amor
quiero yo.
(Eros la toma por la cintura, giran mientras él canta)
EROS:
EROS:
sombras negras en la costa
rojo en el horizonte
plomo en el río quieto que va atravesando el monte...
el alba pesa en el cuerpo del cosechero dormido,
y el algodón de su sueño
le va tejiendo el destino.
rojo en el horizonte
plomo en el río quieto que va atravesando el monte...
el alba pesa en el cuerpo del cosechero dormido,
y el algodón de su sueño
le va tejiendo el destino.
(Caen en la lona blanca, Eros toma una flor y acaricia la mejilla de Rea, la observa) ¡Que dulce huele tu alma cuando danza! (deja la flor a un lado y coloca su mano sobre la mejilla de Rea) Pero por tus ojos se fuga la angustia… la veo, y veo cómo te aleja de mí, de vos misma, del mundo.
REA: (corre su cara huyendo de la caricia, mira hacia abajo, suspira, mira a Eros, lo abraza con fuerza) No tuve una buena noche, (pausa) el pasado a veces está más presente que el presente. Me pierdo… (llora) Soy esclava del Tiempo. (Eros la abraza, ella se ablanda en sus brazos) Por eso quise armar un paraíso terrenal para los dos (Rea le acaricia el pelo a Eros, se separan lentamente y Eros le seca las lágrimas con las manos).
EROS: ¡Ay Rea, si supieras que sos vos la que me rescata a mí! (la mira, le sonríe) ¿qué tal el mar? Me gustaría que fuéramos juntos al mar (comienza a escucharse un sonido de mar rompiendo en una escollera, ambos cierran los ojos y respiran profundo, Eros la mira, ella continúa con los ojos cerrados) La profundidad del mar me recuerda lo infinito (susurra) quiero estar con vos para siempre (Rea sonríe, apoya su cabeza sobre el hombro de Eros).
REA: Me gusta el mar, tiene algo de mitológico, de esencia de las cosas, de caótica profundidad. Pero también me angustia, siento que pide más de lo que puedo darle…
EROS: Creo no te pide nada, simplemente está ahí y se deja llevar por el ritmo de la luna.
(Las luces naranjas van blanqueándose y atenuándose, llega la noche otra vez)