Va la primer escena de una obra en la que empecé a trabajar hace un tiempito. Título largo para un tema complejo...
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Sobre la terrible complejidad de las relaciones humanas y esas yerbas…
Él – Ella – Relator – Relatora
Habitación amplia, una cama de dos plazas contra una de las paredes, en la de enfrente una puerta que da a la habitación de Juan, una mesa larga sobre la que hay una computadora y elementos de diseño, dos sillas, a la derecha un equipo de música, a la izquierda una puerta que da al baño y a la micro-cocina. Él está sentado frente a la computadora diseñando, Ella leyendo a Kant sobre la cama. Todas las escenas van a comenzar con estos dos personajes en estas mismas posiciones.
Escena I
ÉL: Gordi, ¿dale que ponemos una radio más divertida?
ELLA: a mi me divierte esta radio.
ÉL: sí, ya se… pero hablan de política todo el tiempo.
ELLA: ok ok, cambiala.
ÉL: (mientras cambia la radio llevando el dial a la otra punta de la frecuencia) mañana almorzamos con mis viejos (vuelve a sentarse frente al monitor).
ELLA: ¡ufa! pensé que íbamos a dormir hasta tarde y comer acá…
ÉL: es que si no voy mis viejos se ponen pesados, empiezan a llamar… ya sabés cómo son…
ELLA: si, ya se.
ÉL: ¡y también quiero estar con vos!
ELLA: sí, yo también quiero estar con vos… (se para y se sienta junto a ÉL) pero me pone incómoda ir porque es obvio que me quedé a dormir y sabés que a tus viejos no les gusta que me quede.
ÉL: bueno, pero yo ya hablé con ellos y les dije que era mi casa, y que yo ya era grande como para tomar mis desiciones.
ELLA: sí, y a eso tus viejos contestaron que estás montando un bulo. Gordo no me gusta ir ahí y sentir que piensan que soy la inmoral que durmió con su hijo sin estar casada…
ÉL: ¡Mis viejos no piensan eso!
ELLA: ¡Te dijeron que no querían que la casa se les llenara de minas! Como si yo fuese una más del montón o vos y Juan unos indecentes que no tuvieran “novias legales” y entonces trajeran todo el tiempo una mina distinta a la casa como para pasar la noche acompañados…
ÉL: Bueno gorda, están educados de otra forma pero entienden que yo soy distinto.
ELLA: No, no entienden gordo. Está todo bien con tus viejos, nunca me dijeron nada pero igual percibo que les cae como el orto que me quede a dormir.
ÉL: bueno, es un problema de ellos.
ELLA: No, es un problema mío y tuyo también.
ÉL: No les des bola…
ELLA: Es que me parece injusto…
ÉL: pichu, no exageres… nunca te maltrataron.
ELLA: No, ya se. Pero vos me contás cómo piensan, y sabés cómo soy, no me gusta sentir que me estoy cagando en las reglas del otro y que me presento frente a ellos como si todo me chupara un huevo, cuando estoy en su casa.
ÉL: Pero esta es mi casa y ellos no deberían opinar.
ELLA: No, no es tu casa, de hecho es su casa. ¡Vos y Juan no pagan alquiler, ni expensas, ni nada! Viven de arriba acá porque la casa es de tus viejos, es lógico que ellos pongan sus reglas.
ÉL: bueno, pero ahora yo vivo acá… ¿qué te pasa? no entiendo qué es lo que te jode…
ELLA: (baja el tono, hace puchero) sentirme una desubicada…
ÉL: no quedás como una desubicada… (la abraza desde su silla)
ELLA: bueno...
ÉL: (le da un beso en la mejilla, se separa) ¿Hacemos mate? (vuelve a mirar el monitor y sigue diseñando)
ELLA: dale (sonríe) ¿dónde está?
ÉL: creo que adentro de la mochila azul, lo llevé a la facu…
ELLA: (busca el mate) ¡ay, que asco! ¿hace cuántos días lo tenés acá?
ÉL: ¡uh, la re colgué!
ELLA: mal, yerba húmeda, una semana, sí: genera hongos (ríe, ÉL se queda en silencio) ¿dónde lavo el mate? Porque la pileta está llena de cosas… hasta la licuadora que usamos el sábado pasado está ahí para lavar todavía…
ÉL: y… tirá la yerba en el inodoro y lavá el mate en la piletita de baño…
ELLA: Ok (sale)
ÉL: esta noche lo cago a pedos a Juan, ¡es un pelotudo!, esta semana le tocaba a él lavar los platos…
(desde el baño se escucha que Ella llena un balde con agua)
ÉL: ¿qué hacés gor?
ELLA: (desde afuera) ¡estoy limpiando el inodoro porque casi vomito!
(Ella –fuera de escena– y Él quedan congelados, entra la Relatora)
RELATORA (le habla al público, luego interactuará también con el Relator): como habrán podido observar, nos encontramos frente a una típica situación conflictiva encubierta: Él quiere que Ella se calle, Ella quiere que Él la escuche y la entienda.
(entra el Relator quien alterna el discurso entre la Relatora y el público)
RELATOR: mmmm, no. Yo creo que, como bien expresó mi colega, esta es una situación conflictiva encubierta pero: Él quiere que todo se desarrolle en perfecta armonía y paz, desea continuar con su estudio, escuchar una radio amena y recordarle a su novia que ama a sus padres…
RELATORA: ¿y Ella es una loca que –como toda mujer– quiere cambiarlo, gritarle, dirigirle la vida y ponerlo en conflicto con su amabilísima madre? (Relator asiente con la cabeza, Relatora se sienta en la cama) lo que estás diciendo es absolutamente sexista y subjetivo…
RELATOR: (se sienta a su lado) ¡ay, por favor! No empieces con tu perorata feminista ¡seamos objetivos!
(bajan las luces, fin de la Escena I )