miércoles, 25 de agosto de 2010

Comienza otra historia...

ZONA DE HAMACAS

Gran arenero de plaza, en el centro cuatro hamacas, ocupando las dos hamacas del medio dos mujeres: Luz y Luna.

LUNA: (se hamaca lento) ¡que buen plan! Deberíamos hacer esto más seguido.

LUZ: (también se hamaca pero más fuerte que Luna) Sí, ¡me encanta! ¿sentís la energía?

LUNA: No… más o menos.

LUZ: ¡tenés que hamacarte más fuerte!

LUNA: No, me da miedo, me maréa…

LUZ: No seas boba, es divertido.

LUNA: No se…

LUZ: (empieza a frenar el ritmo) Sólo tenés que probarlo por dos segundos… es como cuando bailás: empezás a sentir calor, energía que fluye, y los pulmones te piden a gritos más aire…

LUNA: (empieza a hamacarse con más fuerza) Uf!

LUZ: ¿no es genial?

LUNA: sí, ¡pero me da vértigo! (ríe)

LUZ: ¡Disfrutalo! (también ríe).

LUNA: (comienza a bajar el ritmo hasta quedar quieta, piensa) a veces creo que quiero estar sola…

LUZ: (sigue hamacándose pero más lento) Bueno, tranqui, hay un tiempo para todo…

LUNA: pero a veces también extraño.

LUZ: ¿estar bien con alguien?

LUNA: sí, qué se yo… compartir, tener a alguien para mandarle mensajitos, para abrazar...

LUZ: (deja de hamacarse) ¿y eso te angustia?

LUNA: no, no se… quizás, más o menos, es que…

LUZ: Relajá Lu y respiralo, no queda otra…

LUNA: ¿siempre la tenés tan clara?

LUZ: No, sólo cuando hablo con vos (ríen)

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2 comentarios:

Estefanía Goren dijo...

Todos la tenemos clarísima cuando hablamos con otros, o no? O bueno, algunos no, algunos se expresn con mucha confusión!

Daniela Marinaro dijo...

jajaja si es cierto! si uno pudiera ser tan consejero con uno como los demás. Igual, es el cuerpo, ese loco que no sabe de consejos. hay que respirarlo nomás!