LAS
PUERTAS
Para encontrarse en lo infinito,
es preciso discriminar para luego unir.
I-Ching
Una mujer en el
living de su casa. En el fondo dos puertas: una blanca y otra negra, a la
derecha y a la izquierda también hay una puerta de cada lado, ambas marrones de
madera vieja. El living está sumamente desordenado: tres sillones individuales
de distintos colores y sobre uno de ellos hay una pila enorme de ropas -algunas
muy gastadas y viejas-, en el piso tierra y papeles desordenados, sobre la mesa
ratona un florero con margaritas que fueron amarillas y blancas pero ahora ya
están marchitas, varios libros y un frasquito para hacer burbujas. Junto a los
sillones un loro y a sus pies un potus reseco.
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