En el escenario un jacarandá, un gato de tres colores y
sonido de una cascada lejana.
ESC. I:
En escena ELLA, tiene un vestido
blanco acampanado y un pañuelo de seda negro en el cuello. Por la derecha entra una
MUJER, de unos 35 años, tiene un vestido de noche azul marino con un gran escote y tacos altos, entra
corriendo.
MUJER: ¡Puta! Me
perdí. (a ELLA) ¿Sabés dónde estamos?
ELLA: En un
bosque…
MUJER: Sí, ya se
que estamos en un bosque, pero cómo llego a la fiesta.
ELLA: Me parece
que ya no llega…
MUJER: (le da
un taconazo al piso y se dobla el pie) ¡la puta madre! Cagué los tacos
nuevos. ¿Cómo que no llego a la fiesta? ¿y Oscar?
ELLA: ¿quién es Oscar?
MUJER: No importa,
no importa. ¿Cómo vuelvo?
ELLA: ¿adónde?
MUJER: A la
autopista. (mira para todos lados) ¡¿y mi cartera?! (resopla)
¿tenés un cigarrillo?
ELLA: No, perdón.
MUJER: Está bien,
está bien, estoy dejando de fumar. Bueno, ¿cómo vuelvo?
ELLA: Creo que
los caminos están cerrados.
MUJER: ¿cómo que
están cerrados? ¿y ahora?
ELLA: Hay que
esperar.
MUJER: ¡qué! ¿un
milagro?
ELLA: capaz…
MUJER: ¿podés
dejar de tomarme el pelo?
ELLA: Te juro que
no te estoy cargando…
MUJER: (llora repentinamente) Hacía tanto que no salía…
ELLA: (coloca
su pañuelo negro en el piso) Vení, sentate acá.
(La MUJER se sienta, a su lado se coloca ELLA)
MUJER: No tendría
que haber salido.
ELLA: ¿a dónde
estabas yendo?
MUJER: A una
fiesta.
ELLA: ¿qué
fiesta?
MUJER: (piensa)
No me acuerdo, pero iba a algún lugar importante, por eso me arreglé tanto.
ELLA: Capaz no
hacía falta que te arreglaras tanto.
MUJER: Bueno, me
pareció importante…
ELLA: ¿quién es
Oscar?
MUJER: Mi marido (sonríe
perdida en un recuerdo)
ELLA: ¿y cómo se
conocieron?
MUJER: ¡De
casualidad! Él es el primo del mejor amigo de una amiga. Un día fue el
cumpleaños del amigo de mi amiga y yo fui y Oscar también y ahí nos conocimos.
Charlamos y bailamos. Bailamos juntos toda la noche. ¡Tomamos tanto esa noche!
ELLA: ¿cómo se
siente emborracharse?
MUJER: ¿nunca te
emborrachaste?
ELLA: Nunca.
MUJER: (piensa)
Es como si te tiraras en paracaídas sin paracaídas.
(ambas ríen)
ELLA: mientras
estás en el aire ¡todo anda genial!
MUJER: ¡exacto!
ELLA: ¿y cuando
llegás al piso?
MUJER: ¡paf! Pero
¡¿quién te quita lo bailado?!
ELLA: ¿y por qué
se casaron?
MUJER: Porque
quedé embarazada de Kevin
ELLA: ¿por eso?
MUJER: No, tenés
razón. Nos casamos porque nos divertíamos mucho juntos. ¡Él me hacía reír
tanto! Y yo lo cuidaba, lo cuidaba mucho. Oscar es de esas personas que sólo
pueden hacerse mal a ellos mismos. Y yo sólo quería abrazarlo. ¡Él me hacía
reír tanto! Y todos los domingos durante más de un año me trajo a casa una
flor.
ELLA: ¿por qué?
MUJER: Porque
sabía que odiaba los domingos.
(pausa)
ELLA: ¿y Kevin?
¿cómo es él?
MUJER: Fresco… y
seguro, muy seguro de él mismo. ¡No se a quién salió ese chico!
(ambas ríen)
Se lo ve tan lindo jugando al
rugby. Kevin es el capitán del equipo. Tenés que verlo alentar a sus
compañeros. Lo quieren tanto, no se de dónde sacó tanto carisma el petizo.
ELLA: Una familia
hermosa…
MUJER: sí.
(pausa)
ELLA: ¿Me prestás
tu anillo de casamiento?
MUJER: (mira el anillo y se lo saca suave)
ELLA: Gracias (lo
presiona dentro de su puño y cuando abre la mano el anillo se convirtió en un
diente de león, lo sopla)
MUJER: ¡¿qué
hacés?! ¿y el anillo? ¿te volviste loca?
ELLA: (se aleja un poco) Perdón, tenía que hacerlo…
MUJER: ¿qué cosa?
¿dónde está el anillo? ¡loca de mierda! ¿cómo llegué acá, Dios?
ELLA: Perdón,
tenía que hacerlo… te juro que voy a darte otra cosa a cambio…
MUJER: ¡Pero yo
quiero mi anillo! ¡quiero volver a casa! (llora muchísimo)
ELLA: Ya no podés
volver…
MUJER: ¿pero qué me
estás diciendo? Yo de acá me voy…
ELLA: Voy a estar
acá…
MUJER: ¡No pienso
volver a verte!
ELLA: siempre…
MUJER: ¡Loca! (sale)
(Pausa, ELLA también llora, luego de un rato la MUJER
vuelve a ingresar)
MUJER: ¿otra vez
acá?
ELLA: Los caminos
son circulares…
MUJER: ¿estoy
soñando?
ELLA: No…
MUJER: (mira
para todos lados) ¿y entonces?
ELLA: Este es un
lugar de paso…
MUJER: ¿de paso a
dónde?
ELLA: a donde vos
quieras ir…
MUJER: ¡a mi casa!
ELLA: No, lo
siento… primero tenés que aceptarlo… sino no puedo dejarte ir.
MUJER: ¡Voy a
caminar en círculos toda la vida entonces!
ELLA: Vení, te
prometo que si lo aceptás te doy un regalo hermoso…
MUJER: ¡No puede
ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser!
ELLA: (se
acerca a abrazarla)
MUJER: (respira
profundo, mira a un lado y al otro, mira sus pies ya descalzos y los de ELLA) Entonces…
ELLA: si… Pero
te prometo que ellos van a estar bien.
MUJER: (mira al suelo) ahora… (se toma la cruz)
ELLA: ¿Tuviste
miedo?
MUJER: No, esta vez no. Siempre le tuve miedo a todo: a quedarme
sin amigos, a que me vaya mal en la facultad, a no conseguir trabajo… pero esta
vez no. Me arreglé y salí.
ELLA: Estás muy linda.
MUJER: Gracias.
ELLA: ¿y por qué corrías?
MUJER: No se… quizás en un momento sí tuve miedo. Todo se puso
muy oscuro y silencioso. Nunca me gustó el silencio. Y corrí, necesitaba llegar
a algún lugar.
ELLA: Ya estás acá.
MUJER: sí (suspira)
(comienza a amanecer)
MUJER: Nunca había visto un amanecer tan naranja.
ELLA: Acá todos los amaneceres son distintos. Aveces jugamos a
imaginar cómo será al día siguiente.
MUJER: ¿quiénes juegan?
ELLA: Ya los vas a conocer…
(ambas quedan en
silencio mirando el amanecer, el brillo naranja les da en la cara, ambas
cierran los ojos, sonríen y suspiran)
MUJER: ¿quién va a cuidarlos?
ELLA: Vos...
MUJER: No van a poder solos…
ELLA: sí que van a poder, además no están solos.
MUJER: ¡pero no los puedo tocar!
ELLA: ¿los amaste?
MUJER: cada día…
ELLA: entonces no tenés nada de qué preocuparte…
MUJER: A Oscar le gustaba que le preparara el desayuno porque
decía que nunca había podido preparar el café con canela como yo lo hacía. Y
Kevin ¡es tan chiquito!.
ELLA: Esperame acá… (sale
y regresa con un cuenco con agua) Toma, cuando quieras verlos soplá dentro
del cuenco…
MUJER: Gracias.
ELLA: Ahora tenés que cerrar los ojos
MUJER: ¿me va a doler?
ELLA: No, nunca te haría daño. (coloca sus manos sobre la cabeza de la MUJER, breve apagón)