domingo, 17 de abril de 2011

Entramando...

Tejedora que nunca duermes
que ni al viento dejas suelto
enséñame a tejer mi vida
con rosas y unguentos

Tejedora que nunca duermes
que coses vida y muerte
no me dejes esta noche descansar
que el dios del fuego ya llega y a mi casa quiere entrar


 
Entretejiendo risas con angustia, tiempo con deseos                                        y vida con ausencias,
Lo maravilloso de la trama se descubre en lo complejo,
En tratar de vestir a la vida con los colores del cielo...

2 comentarios:

Federico Gustavo Rivarola dijo...

¿Poesía de tu autoría?
Yo siempre fui un queso para eso. Será que carezco de sensibilidad, o de la enorme concentración para seguir verso a verso la idea del escrito.

Nayla Marchese dijo...

Si, las escribí yo. Tampoco creo ser buena poeta pero aveces las palabras salen solas... y estoy aprendiendo a dejar que mi voz diga lo que quiera decir.

No creo que carezcas de sensibilidad... todo ser es sensible a su entorno. La magia (y la tarea, porque no todo es magia claro) es intentar encontrar la palabra precisa que manifieste eso que percibimos, que pensamos o que soñamos...