(Dándole forma y contenido al impulso primero... Primera corrección sobre el primer boceto...)
Es fundamental para la representación de esta obra que antes de ingresar a la sala el público entre por un pasillo de espejos, semejante a esos salones de los parques de diversiones donde hay muchos espejos y todos generan distintas imágenes: agrandan, achican, deforman los cuerpos.
Luego, dentro de la sala habrá un que otro espejo en la escenografía.
Tenue luz.
Las Voces, los personajes, ingresan por el pasillo espejado por donde ingresó el público. Charlan.
Voz 4: ¿Alguien tiene un cigarrillo?
Voz 1: Tome. ¿Sabe qué? El problema es el tiempo. El bendito tiempo con su "tick tack, tick tack, tick tack...". Pero aun así seguimos siempre parados en el mismo lugar. El tiempo corre y es como en esas pesadillas donde nunca alcanzamos al ladrón.
Voz 3: El problema es que usted no es exitosa señorita. Yo soy exitoso, afortunado. Tengo una esposa cada día más delgada y dos bellas hijas rubias: una hace patín, danza clásica, natación y en todo se destaca, la otra hace violín y quiere ser cantante, día a día le recuerdo la importancia de hacer una carrera en serio (sonríe) ¡niños!. Y a fin de mes me espera un hermoso saldo en la cuenta bancaria. ¿Qué más le puedo pedir a la vida?
Voz 2: Me abruma la vida. La rebelión consiste en mirar una flor hasta pulverizarce los ojos.
Voz 1: ¿Qué hora es?
Voz 4: Las dos.
Voz 2: gracias.
Voz 3: El tiempo es dinero hermanos.
Voz 1: gracias. El tiempo es...
Voz 2: aterrador
Voz 1: ¿cómo explicarlo?
Voz 3: tick tack, tick tack, tick tack ¡BUM! ¡se acabó el tiempo, se acabó el problema!
Voz 2: Afuera hay sol. Yo me visto de cenizas.
Voz 1: (susurra) El tiempo todavía existe.
(todas las voces girar buscamente y la miran)
Voz 3: ¿acaso usted no lee los periódicos señorita?
Voz 1: ¡Escuche! ssssssssh, escuche...
(silencio, luego sonido de un corazón latiendo)
Voz 1: ahí está el tiempo.
Voz 2: No escucho. Yo no sé de la infancia más que un miedo luminoso.
Voz 4: (le explica a 2) Es un corazón.
Voz 1: O miles...
Voz 3: (se mira en uno de los espejos) ¡el mío anda fantástico! me lo dijo el cardiólogo ayer. Igual me dio unas pastillitas, por las dudas (toma pastillas)
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